Un hogar de ancianos ubicado en el barrio Cordón debió ser desalojado en la tarde de ayer tras desatarse un voraz incendio en un depósito lindero.

El siniestro tuvo lugar en la calle Charrúa casi Acevedo Díaz y comenzó a la hora 17:45, según confirmaron a El País vecinos del lugar.

Se trata de una casa antigua donde funcionó una carpintería que en la actualidad se utiliza para guardar grandes cantidades de juguetes y otros objetos inflamables. Cuenta con dos entradas, una por el garaje y la otra por la puerta principal.

El área afectada mide unos 15 metros de ancho por 50 metros de largo, de acuerdo a datos manejados por los encargados del operativo de Bomberos.

Cerca de la hora 19:00 la vocero de Bomberos, Mariela Vivone, indicó que el siniestro estaba “controlado” aunque no extinguido.

Una hora después comenzó a soplar un fuerte viento que reavivó las llamas. Nuevamente, fue necesario seguir lanzando agua para detener los focos principales.

Bomberos envió una dotación de 30 efectivos a los que se sumó la Policía con un fuerte dispositivo de seguridad. Varias ambulancias llegaron al lugar para atender a los ancianos y a algunos afectados por el humo.

Vivone dijo que los ancianos fueron realojados con apoyo del Mides.

Respecto al operativo puesto en marcha, la vocera explicó que se enfrentó el incendio por cuatro puntos. “Atacamos por adelante, atrás y por las azoteas de construcciones linderas”.

En el depósito había juguetes, mesas y puertas, lo que facilitó el rápido avance del fuego. Una vez extinguido, el Departamento de Pericias del organismo ingresará para determinar las causas del siniestro.

El director de Bomberos, Leandro Palomeque, dijo a El País que hoy se sabrá si el local contaba con la habilitación para funcionar. En tal sentido, recordó que “todo local que no sea destinado a vivienda tiene que contar con la habilitación de Bomberos”.

El Ministerio del Interior envió drones y helicópteros de la Unidad Aérea para apoyar la labor de Bomberos. Desde sus redes sociales, el Ministerio exhortó a los conductores a utilizar vías alternativas. Personal de UTE tuvo que cortar la energía eléctrica del depósito en el mismo momento en que los Bomberos apagaban el fuego.

Uno de los responsables del local se presentó en el lugar pero resolvió no hacer comentarios a la prensa. Según se pudo saber, en el local funcionan dos depósitos de empresas diferentes. Algunos vecinos consignaron que hasta ayer había un patio lleno de ramas y maderas en desuso.

Ancianos.

La principal preocupación de los bomberos, policías y vecinos del barrio fue el residencial de ancianos ubicado a pocos metros del local donde se originó el fuego.

Helena, la encargada del establecimiento, confirmó a El País que no hubo internos heridos aunque se vivieron momentos de gran nerviosismo. “Nos dimos cuenta porque se estaban quemando ramas al lado y al rato tomó fuego todo el lugar”, indicó la funcionaria.

Rápidamente, se organizó un operativo de traslado que implicó movilizar a los 28 internos. Algunos de ellos estaban acostados y otros en sillas de ruedas. Participó el personal del hogar, vecinos y policías.

En primera instancia se los ubicó en la vereda de enfrente. Desde allí los ancianos observaron las tareas de extinción del fuego. Por momentos, el viento hizo que el humo llegara al nivel de la superficie lo que provocó problemas respiratorios a los internos. En todo momento, el personal del hogar mantuvo hidratados a los ancianos.

Posteriormente, los internos fueron trasladados hacia un refugio del Mides situado enfrente al depósito. La mayor parte del movimiento se realizó a pulso y fue necesario utilizar sillas comunes para trasladar a quienes tienen dificultades de movimiento o estaban más “shockeados” por el siniestro.